jueves, 27 de diciembre de 2012


Montevideo, 27 de diciembre de 2012.
  

Velatorio y Sepelio de Alberto Cecilio Mechoso Méndez

Viernes 28 de Diciembre de 2012

Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos convoca a participar del velatorio que se realizará, en el Ateneo del Cerro (Grecia 4031, entre Perú y Bélgica), de 9.30 a 14.00 hs.
Desde allí partirá el cortejo a pie, hacia el Cementerio del Cerro.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Proclama 10 de diciembre de 2012


Nuevamente nos convocamos un 10 de diciembre para recordar aquel 10 de diciembre de 1948, donde las Naciones Unidas votan la Declaratoria Universal de los Derechos Humanos.
30 Derechos inherentes a las personas del mundo, sin excepción alguna.
Lo que sería virtualmente motivo de alegría y regocijo choca con una triste realidad en América y otros países del mundo en este Siglo XXI.
Han quedado atrás el cúmulo de dictaduras que asolaron desde de los años 60 nuestro empobrecido continente americano del Sur y del Centro.
Que nuestros países sean Estados de Derecho es un gran avance en la lucha por los derechos de los pueblos y las personas.
Los Derechos Humanos son violados en distintos países, empezando por el Norte México, Colombia, Guatemala y Haití. Contemplamos con indignación la responsabilidad de los gobiernos en la proliferación de las maquilas, nuevas formas de explotación laboral por las trasnacionales, sin garantías de ningún tipo en salarios o condiciones de trabajo, especialmente en mujeres y niños.
Muchos trabajadores pierden su vida o su libertad en las luchas por salarios dignos, organización sindical y mejoras laborales. Los Estados de dichos países están directamente implicados en estas prácticas violatorias en el tema de los Derechos Humanos.
Elegimos México en su papel de Estado Impune en el plano de la violación histórica de los Derechos Humanos. Desde los años 60 a los 80 del siglo XX, el gobierno del PRI desarrolla una “guerra sucia” contra opositores políticos y sociales, que llevó sus asesinatos y detenidos desaparecidos a niveles jamás vistos.
En el gobierno de Calderón en el 2006 se firman acuerdos y pactos con Estados Unidos de lucha contra el narcotráfico. Estados Unidos es el primer consumidor de drogas del mundo. A su vez es el principal proveedor de armas y municiones tanto al Estado de México como a los carteles mexicanos de la droga. El autoproclamado garante de la justicia internacional así como su lucha sin pausas contra las drogas, Estados Unidos de Norteamérica lava más o menos 36 mil millones de dólares por año, lavando México otros miles de millones, reconocidos éstos por su alto grado de corrupción.
Pero por supuesto los acuerdos no son sólo por ser Estados limítrofes sino con causales geopolíticas y militares. A partir de esta guerra, México es un país militarizado y paramilitarizado siendo responsable en los últimos 5 años del asesinato de casi 50.000 personas y miles de detenidos desaparecidos.
A pesar del fracaso de sus planes de lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, las políticas para América Latina y el resto del mundo no han variado en escencia.
El desarrollo de políticas de defensa con propuestas a los países en protección y colaboración mutua muestra un importante desarrollo en cantidad. Las bases de Estados Unidos en América Latina y países en desarrollo, con el pretexto de velar por la seguridad del planeta, o sea sus propios intereses, son apoyados por la OTAN y gobiernos serviles.
Los creadores de la Escuela de las Américas varían en algo su entrismo a los países “importantes” (geopolítica y militarmente), yendo a formar (deformar ideológicamente más aún) a los ejércitos y otros actores de la vida nacional. La formación de tropa de elite por los SEAL’S americanos, la ayuda a las escuelas en otros ámbitos, son los famosos espejitos de colores para nuestro país.
Hay silencio en estos temas. No hay debate y así se agrandan más supermanes del mundo: grandes violadores de los Derechos Humanos por los nuevos promotores.
El tsunami provocado por estos sismos imperiales, no es percibido por los obsoletos sismógrafos políticos de nuestro país y del quehacer nacional.
Los Estados Unidos en sus pseudoluchas contra el terrorismo internacional y el narcotráfico realiza hoy en día impunemente las desapariciones forzadas de los que dice son los terroristas. La prisión clandestina, tortura o muerte son el destino de sus víctimas. Guantánamo es sólo una perla en ese collar de la potencia americana. Tampoco el sismógrafo lo detecta. Tal vez mañana, al decir de Bertolt Brecht, vendrán por nosotros y será demasiado tarde.
¿Y en el plano nacional?
Las cuentas les dan bien, correctas.
Pero el Estado es responsable, o debe serlo, de su gente, de su pueblo, y los Derechos Humanos son para todos, sin excepción.
Los presos, no todos, por ejemplo no contamos a Gregorio Alvarez y sus subordinados, los otros, mala gente muchos de ellos, aún por esto se les deben respetar sus Derechos Humanos, y es el Estado el que debe velar por esos derechos de la población carcelaria. No se puede seguir responsabilizando y culpando a los elementos más peligrosos dentro de las cárceles, por sus chantajes mafiosos con los nuevos o más débiles. La responsabilidad final o principal es del Estado.
Las fuerzas represivas dentro de los centros carcelarios, es otro agente violador de los Derechos Humanos. Las famosas requisas que realizan los “cascudos”, en la jerga carcelaria, son muy curiosas: meten garrote a diestra y siniestra y después requisan. Resultado: los cortes, celulares y drogas son siempre demasiados y no los hallan.
Y hablemos de la política más común: hay que dejarlos que se maten, porque así son menos. Los boquetes que alientan el quehacer de las bandas, jamás se rellenan. La alimentación es una afrenta al ser humano. La revisación agrede la dignidad. La recuperación de los presos es una utopía.
En otro plano y para terminar de condenar la parte violatoria: tenemos cientos de miles de uruguayos, niños y viejos, mujeres y enfermos, sobreviviendo entre aguas servidas, zanjas inundables y ranchos que serían una vergüenza como habitación de animales domésticos. El medio condiciona, entre otros, la continuidad generacional. La violencia que genera esas formas de vida, es trasmitida a los niños futuros hombres y mujeres como forma de vida. La única que por ahora están condenados a conocer.
Las responsabilidades se comparten en buena medida. La sociedad toda también es responsable sobre todo en lo que atañe a la transformación de ese Estado violatorio. Es condición necesaria la culturización en Derechos Humanos. En el respeto al otro, al no yo, a todos. Esa lucha nos compete, nos obliga sobre todo a luchar por los más débiles.
Las causas que llevaron al compromiso de aquella generación combativa y sensible al dolor de su pueblo están ahí; distintas tal vez, nuevos tiempos, nuevas miserias.
Están ahí las causas como están ahí los asesinados, los torturados, los detenidos desaparecidos y estarán a través de los siglos.
Como siempre recordar que Todos somos Familiares.
Por Verdad, Justicia y Memoria.
Por un Nunca Más Terrorismo de Estado.


Montevideo, 10 de diciembre de 2012.

martes, 11 de diciembre de 2012



Memorial de los Fusilados de Soca.

15 de Diciembre, 10.30 hs.
Ruta 70 (Camino de los Fusilados) e intersección Ruta 9, Km. 75.


Inquebrantable

Basada en datos recientes sobre el traslado de su hijo de Argentina a Uruguay en 1976, Luisa Cuesta hizo ayer la denuncia correspondiente.
El Día Internacional de los Derechos Humanos fue el elegido por Luisa Cuesta y su sobrino, Nilo Patiño, para radicar la denuncia penal por la desaparición de Nebio Melo el 8 de febrero de 1976 en Argentina. Pero hay otras circunstancias para que esto suceda casi 37 años después: recién en los últimos meses fue posible reunir las pruebas necesarias para suponer el traslado de Melo a Uruguay, en el marco de la coordinación represiva del Plan Cóndor.
La detención de Melo se habría producido junto a la de Winston Mazzuchi, también uruguayo, a las 21.00 en el bar porteño “Tala”, y habría sido trasladado al centro clandestino “Campo de Mayo”, según los datos recogidos para la Investigación Histórica de Detenidos-Desaparecidos de Presidencia. En el bar también estaba Alicia Román, esposa de Melo, que se había retirado momentos antes de que militares e integrantes de la Policía Federal irrumpieran en el solicitando la documentación de los presentes.
Al día siguiente, unas 15 personas armadas y vestidas de particular que se desplazaban en dos automóviles Ford Falcon -una marca que mantuvo un estrecho vínculo con la dictadura argentina, al punto de que ese modelo se asocia directamente con secuestros y desapariciones- allanaron la finca en la que Melo y su esposa habían vivido hasta dos meses antes.
Pero allí no había nadie. De estos hechos siempre hubo testigos -un quiosquero de la zona y clientes habituales del bar-, pero nadie puede atestiguar lo que sucedió después. En el apartado “Desaparición” de la ficha de Melo, de la Investigación Histórica actualizada, no hay información.
Esa carencia impidió que durante casi cuatro décadas no hubiera elementos para denunciar en nuestro país la desaparición de Melo. Además de las gestiones realizadas durante la dictadura ante la comunidad internacional y en los tribunales argentinos, en 1985 se dejó constancia de estos acontecimientos ante la Cámara de Representantes uruguaya y en 2006, a solicitud de Luisa Cuesta, la Secretaría de Seguimiento de la Comisión para la Paz emitió un certificado de ausencia por desaparición forzada.
Desde hace unos meses, como resultado de un intenso trabajo de búsqueda realizado por quienes apoyan a Luisa Cuesta, se encontraron pruebas documentales y testimoniales, incluso desde la órbita militar, que evidencian un traslado de Melo a nuestro país. El escrito, patrocinado por el abogado José Luis González, fue recepcionado ayer pasadas las 10.30 por el juez de 4º Turno Eduardo Pereyra en la sede judicial de Misiones y 25 de Mayo. En esa misma audiencia, que duró más de una hora, ratificaron la demanda. González hizo notar que es uno de los primeros casos vinculados al pasado reciente “sin la traba” de la Ley de Caducidad, derogada hace un año. Con sus 93 años, Luisa Cuesta salió evidentemente emocionada. No quiso decir nada, porque ya lo ha dicho todo, afirma. Una y otra vez.
Lourdes Rodríguez

lunes, 10 de diciembre de 2012

Un compromiso ineludible


10 de Diciembre de 2012

Un compromiso ineludible

Columna de opinión.
Diciembre es el mes en que celebramos internacionalmente los Derechos Humanos (DDHH) porque en ese mes, hace 64 años, se proclamó la Declaración Universal y también porque en diciembre se aprobaron en el ámbito de la ONU -en distintos años- otras muchas declaraciones e instrumentos de protección que han ido pautando un largo proceso evolutivo.
Todos ellos constituyen el valioso edificio del derecho internacional en la materia, cuya finalidad manifiesta es garantizar una vida digna y plena a todas las personas, pueblos y países, así como una relación armoniosa con el ambiente como base de la paz, la libertad y el desarrollo humano.
Detrás de ellos hay largos y costosos esfuerzos de personas de todo el mundo. A veces, entre tanta ceremonia institucional, puede opacarse el hecho de que es la lucha consciente de los pueblos la que conquista estos derechos -basta, por ejemplo, pensar en lo que significó alcanzar los derechos de los trabajadores-. También son los pueblos los que velan por el cumplimiento de los derechos reconocidos en una labor continua.
Desde tiempos inmemoriales la sana indignación ante la afrenta, lo que hoy llamamos DDHH, fue motivo de anhelos, preocupación y luchas que llevaron a su conquista y efectivización progresiva.
Desarraigarlos de su matriz de origen y de creativa preservación conlleva el riesgo de que sean colocados en un limbo libresco y meramente instrumental, burocrático, que necesariamente los va a unilateralizar, a privar de su integridad e insoslayable dinámica, a pauperizar y a minimizar o, peor, facilitará que sean invocados hipócritamente por sus grandes violadores.
América Latina (AL) presenta una realidad preocupante en la materia. Hoy no sólo presenciamos desmanes represivos estatales y paraestatales que atraviesan algunos de sus países -como México y Colombia-, sino que vemos también cómo formales “estados de derecho” violentan derechos esenciales, incumplen con su deber garantista y encarnan políticas de seguridad pública altamente preocupantes. Amén de todos y cada uno de los obstáculos que deben enfrentar quienes demandan la construcción integral de la memoria de nuestras sociedades.
Nuestros pueblos viven en el continente más desigual del mundo: allí están los trabajadores migrantes centroamericanos cruzando México hacia Estados Unidos, en un verdadero vía crucis donde un alto porcentaje pierde la vida; los campesinos colombianos deambulando permanentemente por el solo hecho de que les quitan las tierras cuando éstas son convenientes para las grandes empresas multinacionales agrícolas; los indígenas a los que se desplaza por similares razones “económicas”; los estudiantes chilenos reclamando una educación universal de calidad; la población de Colón (Panamá) luchando para que no se entreguen tierras fiscales a las multinacionales de las zonas francas; los activistas que luchan contra la neoesclavitud que significan las maquilas diseminadas en América Central y el Caribe como “solución laboral”, etcétera.
AL es un continente con enormes riquezas naturales; esto, que bien podría ser la base material del bienestar de sus pueblos, operó y opera como un poderoso llamador al latrocinio -protagonizado por malos europeos y peores americanos- que pautó nuestra historia y originó tanta sevicia y dolor. Hoy, decenas de millones de compatriotas viven en la pobreza (28,8% de la población, CEPAL/2012) con las consecuencias sanitarias, educativas y sociales que eso acarrea.
La región puede y debe encontrar formas de eliminar la pobreza material y las otras, como las intelectuales, relacionales y comportamentales. En esta tarea titánica, no exenta de riesgos y enemigos, sus pueblos -jóvenes, mestizos y fogueados- afrontan un reto fundamental: el de cambiar la concepción dominante, trasladando el centro de las preocupaciones desde la ganancia hacia los seres humanos y, consecuentemente, reorganizar las estructuras para terminar con la injusticia y la ignorancia, redistribuir mejor la riqueza, desarrollar la economía sin destrozar la naturaleza, depurar las administraciones de corruptos y de intromisiones disfrazadas de ayuda, garantizar la igualdad de oportunidades; en fin: demostrar que honrar la vida es posible.
Para lograrlo -ya lo aprendimos- no hay recetas ni dogmas. Cada pueblo encontrará su camino, pero la cultura de los DDHH -también lo aprendimos- es æimprescindible.
Educar(nos) en DDHH es una tarea compleja y cotidiana que significa, además de su conocimiento, integrar su respeto y promoción en nuestra cultura, en nuestra forma cotidiana de sentir, hacer y relacionarnos. Debe arraigarse y expandirse en todos nosotros hasta ser un clamor inequívoco que embeba profundamente el quehacer de los Estados. La cultura y práctica consciente de los DDHH es, además de un requisito ético, una poderosa herramienta liberadora, imprescindible para que la convivencia humana sea más justa, más libre y más pacífica.
Debemos apelar a nuestra soberanía, independencia e integración para pensar con cabeza propia y hacer nuestro futuro centrado en los legítimos derechos e intereses de nuestros pueblos sin dañar a otros. Sobre todo ahora que la estrategia imperial, invocando una seudointegración, apunta a transformar su impresentable patio trasero en un coqueto jardín de contrafrente, con la infraestructura y vigilancia adecuadas para que las multinacionales se instalen y obtengan suculentas ganancias.
Tal vez AL sea la región que hoy está en mejores condiciones para asumir la meta de un vigoroso desarrollo humano. La ayuda su historia, siempre que la conozcamos completa y profundamente, la diversidad cultural, la progresiva integración y uso de la soberanía que está viviendo, el no tener obstáculos para entablar sanas relaciones con el resto del mundo y la probada resiliencia de su población.
AL, típica tierra de promisión, puede hacer realidad un nuevo tipo de convivencia humana. Frente a un mundo azotado por guerras y crisis, tenemos el deber de no reincidir en la puerilidad de engañarnos con espejos de colores y el deber de no dejarnos militarizar. No dejar que siembren nuestras tierras de bases, que recluten a nuestros jóvenes para las nefastas cruzadas guiadas por el destino manifiesto, que nos impongan enemigos y estrategias. Lograr que se respete nuestra libertad de decidir cuáles son las alianzas, las prosperidades y los desarrollos que necesitamos y queremos. En este sentido, el documento presentado este año por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, la Declaración de la política de defensa para el hemisferio occidental, debe conocerse ampliamente porque en él, con cruda claridad, se explica cómo se instrumentarán en el hemisferio las estrategias de defensa contenidas en el documento madre (enero de 2012) titulado Mantener el liderazgo mundial de los Estados Unidos: prioridades para la defensa en el siglo XXI*.
Tengamos el compromiso y decisión de optar por la posibilidad de construir nuestro mundo sobre nuevos paradigmas que hagan realidad la esperanza, mandatemos a nuestros gobernantes para que así sea y exijámoslo en los términos de sus responsabilidades políticas.
Hoy, al conmemorar un nuevo aniversario de la Declaración Universal -hito por su naturaleza universal y fermental-, es bueno que todos la conozcamos, la difundamos y la hagamos realidad, tanto en la exigencia de los derechos como en el cumplimiento de las obligaciones que ella comporta y que hacen posibles a aquéllos. Obligaciones que comprometen -con las respectivas cuotas de responsabilidad- a los Estados, a las sociedades y a todos nosotros. Al fin y al cabo, “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” (Art. 1).

LA DIARIA - 10.12.2012


martes, 4 de diciembre de 2012

Actividades

10 de Diciembre

Aniversario de la
Declaratoria Universal de los Derechos Humanos

19 hs.

Memorial de los Detenidos Desaparecidos
Parque Vaz Ferreira, Cerro


lunes, 3 de diciembre de 2012


El Cultivo de la Flor Invisible
Festival ATLANTIDOC 



Viernes 7 de diciembre, 22 hs.
Cine Atlántida 1 (Sala1)
Calle Ciudad de Montevideo y Calle 11, Atlántida


TNU

Ciclo el Cine de los Uruguayos
Martes 11 de diciembre, 22 hs.